El cordón umbilical de una amistad

 

Cuando yo tenia 9 años mis padres arrendaron un bar y yo cambié de colegio. Empecé con ilusión y a la hora del patio me senté en un banco y una niña llamada Ana se sentó a mi lado y se interesó en mis aficiones. Nos dimos cuenta que coincidíamos mucho, en la música flamenca, en jugar a fútbol ( algo contradictorio a las demás niñas ) y nos hicimos amigas inseparables.

Nos podíamos pasar horas y horas en una habitación componiendo y cantando. A mi se me daba mejor componer canciones y a ella cantar, una cosa que aun de mayor lo llegó hacer profesionalmente.

Ella acabó la E.G.B antes que yo porque yo repetí varias veces. Eso hizo que nos fuéramos distanciando. Yo tuve a mi primer hijo con 16 años y ella vino a visitarnos, y ya después se fue perdiendo el contacto total.

Con 20 años decidí casarme y pensé que ella junto a su novio debían estar presentes, pues Ana seguía estando en mi corazón.
Después de mi boda nos volvimos a encontrar, yo ya tenia a mi segunda hija con 3 añitos y la suya con casi 2 y casualmente le habíamos puesto el nombre de Alba las dos, un nombre que desde pequeñas decidimos que le pondríamos a nuestras hijas.

Pasó casi un año y me enteré que su marido había fallecido. Para mi fue un gran disgusto y contacté con Ana. Decidimos vernos ya que yo necesitaba apoyarla incondicionalmente. En ese estado de tiempo mi hermano menor se había separado y estaba emocionalmente bastante mal.
Ana y yo empezamos a tener la misma relación que de pequeñas nos unió tanto.
Pasaron un par de meses y le propuse a Ana si le apetecía tener contacto con mi hermano para tener una amistad. Ana  lo vio bien y mi hermano también, con la sorpresa de que un día me dijeron que habían decidido ser pareja. Tanto su familia como la mía nos alegramos mucho, ya que todos nos conocíamos desde hacía mucho tiempo. Al año se casaron y en la actualidad tengo tres sobrinos de ellos Alba, Ainara y el pequeño Alejandro, que llegó de sorpresa pero con mucha ilusión.

El destino ha hecho que por las diversas situaciones que hemos tenido que vivir, como la muerte de mi padre, la de su madre, mi divorcio....
Aunque haya sido con penas y alegrías, la vida nos ha hecho unirnos para siempre.







Comentarios

  1. Esta es mi historia y estoy encantada de compartirla con los lectores, soy paciente de este centro y aki está nuestro esfuerzo y compañerismo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha encantado esta historia. Te animo a seguir compartiendo a ti y a todos tus compañeros y compañeras vuestras historias. Os sigo leyendo!

      Eliminar

Publicar un comentario

escribe aqui

Entradas populares de este blog

APRENDA A CONTROLAR SUS PENSAMIENTOS NEGATIVOS

Día de la Salud Mental

Día Internacional del Libro