DÍA INTERNACIONAL DE LA ENFERMERÍA. Florence Nightingale "La dama de la lámpara"

El 12 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional de la Enfermería. Esta fecha coincide con el nacimiento de un personaje histórico para esta disciplina, que hoy os queremos presentar: 

Se trata de la enfermera británica Florence Nigthingale, también conocida como "la dama de la lámpara."

Nigthingale nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia- ¡hoy hace 200 años!- pero vivió y ejerció la profesión enfermera mayormente en Reino Unido, donde fallecería en 1910. 

En un contexto histórico en el que las expectativas sobre el rol de la mujer iban encaminadas al cuidado familiar (esposa y madre), y solo algunas mujeres solteras, de entornos más desfavorecidos, se dedicaban a esta profesión. Normalmente dirigidos por instituciones religiosas. Esto supondría un importante desafío, ya que Nigthingale formaba parte de una familia de clase alta de la época, lo que le supuso una fuerte oposición de su familia. 

En su juventud fue una estudiante brillante, destacando especialmente en matemáticas y estadística. Aunque también dominaba varios idiomas como inglés, italiano, francés, alemán o griego, y tenía amplios conocimientos en literatura. Pasó años viajando por gran parte de Europa y norte de África, donde completó su formación mientras instruía a mujeres en diversas materias. 

En 1850 amplió su formación sanitaria en la Institución de Diaconisas de Kaiserwerth de Alemania, para posteriormente en 1953, tras su regreso a Londres, ser nombrada con el cargo de superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas de esta ciudad, realizando grandes mejoras en dicha institución. 

Pero fue durante la guerra de Crimea (1853-1856) -en la que participó Reino Unido en alianza con otras naciones contra el Imperio Ruso- donde se hizo famosa a raíz del trabajo realizado con los heridos del bando británico. 

A pesar de la superioridad del bando aliado, las enfermedades estaban diezmando a sus soldados, de cada 100 heridos casi la mitad fallecían víctimas de las heridas, la escasez de tratamientos y las medidas de higiene deficientes. En aquel momento, el Secretario de Guerra de Gran Bretaña solicitó la ayuda de Nigthingale, la cual partió al frente. Al llegar encontró un panorama desolador. Los enfermos no recibían un tratamiento adecuado, se encontraban hacinados y en condiciones higiénicas insalubres para la recuperación. Las mejoras sanitarias que impulsó Nigthingale (higiene, ventilación, política de salubridad, alimentación, cuidados...) supuso una reducción del índice de mortalidad del 42% al 2%. 

El diario The Times publicaba el 8 de febrero de 1855: «Sin exageración alguna es un «ángel guardián» en estos hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a la vista de ella. Cuando todos los oficiales médicos se han retirado ya y el silencio y la oscuridad descienden sobre tantos postrados dolientes, puede observársela sola, con una pequeña lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas». 

Tras la guerra Nigthingale fue recibida como una auténtica heroína, comenzando a ser conocida como "la dama de la lámpara", tras las referencias de los soldados que contaban como se pasaba las noches cuidándolos acompañada por su lámpara en una mano.

A partir de 1856 convenció al gobierno británico de impulsar importantes mejoras higiénicas en los centros sanitarios del país y comenzar importantes reformas sanitarias. En 1860 inauguró una escuela de formación para enfermeras en el hospital St. Thomas (Donde hoy día hay un museo en su memoria, ¡Imprescindible visita para el que viaje a Londres!) 

En 1859 publicó su obra mas difundida, Notas de Enfermería. Qué es y qué no es. - de obligada lectura hoy en día para todo estudiante de enfermería- que ha supuesto una de la obras más importantes para el cambio en la perspectiva sobre la salud, con una indudable focalización en la salud pública, la promoción de la salud y la importancia de los cuidados sistematizados. 

En el prefacio se puede leer: 

«Cada día tiene mayor importancia el conocimiento de la higiene, el conocimiento de la enfermería, en otras palabras, el arte de mantenerse en estado de salud, previniendo la enfermedad, o recuperándose de ella. Se le reconoce como el conocimiento que todo el mundo debe tener –distinto del conocimiento médico, propio solamente de una profesión–». 

En 1883, la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 el rey Eduardo VII la Orden del Mérito, siendo la primera mujer que recibía tal condecoración. Y en 1908, se le entregaron las Llaves de la Ciudad de Londres. 

Hoy en día es considerada la madre de la enfermería moderna, impulsora de esta disciplina independiente como "la ciencia del cuidado".